sábado, 21 de mayo de 2022

Causas del descontrol en la enfermedad por alcoholismo (I)

Introducción

El alcoholismo merece la pena prestarle atención desde muchas vertientes, pero vamos hacerlo aquí, especialmente, desde el punto de vista médico, basándonos, en la enorme carga que supone su morbi-mortalidad a nivel de la práctica médica y su clara implicación de responsabilidad ética.

Es fundamental, en este problema de repercusión sanitaria tan elevada, centrar los esfuerzos en corregir las causas que lo provocan y acentúan. Si la raíz desde donde se genera el alcoholismo no se controla, poco, o menos que nada, se podrá hacer, aunque los esfuerzos en paliarlo sean grandes.

En realidad, más que el alcohol, lo que mata es la falta de atención o, más exactamente, el “síndrome de indiferencia” que permite que el alcoholismo se difunda sin tasa ni límites, sin criterio alguno de sujeción, y sin vislumbrar un plan de contención asistencial y de formación que actúe de forma planificada y coordinada.

El alcoholismo como expresión de una mentalidad 

¿A qué se debe ese descontrol en la actuación tanto a nivel individual, como social y sanitario? ¿Cuáles son sus raíces?

El alcoholismo, y la enfermedad que genera, reflejan claramente una actitud personal en quien lo practica. Una actitud de abandono y derrotismo en manos del alcohol inducida por el atractivo de la “evasión”. Esa evasión que puede adoptar dos características principales y distintas:

La primera forma, es buscar la evasión a través del alcohol para pretender superar una insatisfacción personal. Son los “adictos primarios” o “tipo primario de bebedor compulsivo”. Se bebe como EVASIÓN PARA SUPERAR o remediar una deficiencia subjetiva personal.

La segunda clase, lo constituyen los “adictos secundarios” o “tipo secundario de bebedor compulsivo”. Se busca la evasión PARA MANTENER o ADQUIRIR una meta de conveniencia personal o social y que se autojustificada. Esa autoindulgencia progresiva evoluciona hacia las características del tipo primario.

En ambos casos, en el inicio, antes someterse a la intoxicación alcohólica, por lo general, el estado de salud es aceptable, y es sometido a un derrumbamiento voluntario que presagia el cataclismo orgánico y psíquico.

Juan Llor Baños

Medicina Interna

Mayo 2022


No hay comentarios:

Publicar un comentario