Todo enfermo, mientras persista su vulnerabilidad, tiene el derecho de la asistencia del médico que le atiende. El enfermo nunca pude padecer el abandono del médico.
Cuestión: ...Esto significa que mientras el paciente viva, la Medicina siempre estará a su lado.
Respuesta del Prof. Herranz: “La expresión `dejar que la naturaleza siga su curso´ es hoy poco acertada. Es, me parece, cosa del pasado, parte de la herencia de la Medicina hipocrática, extraordinariamente sumisa a la noción de naturaleza (physis), que justificaba que el médico abandonara al desahuciado, porque ya nada curativo podía hacer por él. Hoy esa conducta podría ser tenida por una omisión de cuidados, como un abandono.
La función de la Medicina abarca la vida total, alcanza hasta el momento de la muerte. El médico ha de atender a su paciente hasta el final, no necesariamente con su presencia física, pero sí con sus cuidados: no hay un tiempo de vida que no merezca la atención del médico. Esta ha de llegar hasta que el paciente expira. Incluso se habla ya de que existe un deber de duelo, de condolencia y acompañamiento post mortem. Un deber que, al margen de la autopsia, implica ciertas expresiones humanas del médico hacia la familia y la sociedad local.
En definitiva: no se da en la buena Medicina un momento en el que el médico ya no tiene que hacer nada. La dignidad del paciente en todas sus fases exige, reclama, como un dato de justicia, la ayuda del médico, y, muy frecuentemente, su presencia. Eso forma parte del contrato social entre la profesión médica y la sociedad, que incluye la cláusula de que ninguno será abandonado por los médicos. Eso forma parte de la moralidad interna de la Medicina." En Al Servicio del enfermo. Conversaciones con el Dr. Gonzalo Herranz, José María Pardo, Ed EUNSA, 152-153.
No hay comentarios:
Publicar un comentario