viernes, 17 de octubre de 2025

Obstinación médica (Los límites de la actuación médica) (VIb)

La muerte digna del enfermo es la muerte que no ha sufrido la indignidad del abandono propio de la eutanasia, y que ha experimentado la cercanía del médico con el personalizado tratamiento paliativo necesario. 

Sigue la respuesta del Prof Herranz a la cuestión planteada en el anterior envío: “Lo mismo que ocurre con la obstinación diagnóstica ocurre con el llamado encarnizamiento terapéutico, que es mucho más frecuente y que puede ser mucho más grave. Pienso que se ha ganado en sensibilidad, y también en humildad, para reconocer la finitud de las intenciones médicas, y aceptar que ya no es posible insistir con nuevos ciclos de quimioterapia, con reintervenciones quirúrgicas, con maniobras de reanimación, con rescates tras tratamientos temerarios. 

Forma parte de la sabiduría clínica, de la prudencia profesional, saber discernir el momento en que "ya nada curativo" cabe hacer, y pasar a la atención paliativa. Ésta es ya una idea muy extendida: la Medicina curativa ha de abandonar la pugna por salvar una vida y la salud, para dejar que la Medicina paliativa se haga cargo del paciente y le ayude a morir en el sosiego. Morir en paz es un deseo, diría que universal, de los pacientes, que los médicos deberían satisfacer con empeño. Pero es también, y sobre todo, un derecho moral.” En Al Servicio del enfermo. Conversaciones con el Dr. Gonzalo Herranz, José María Pardo, Ed EUNSA, 2015, 153-154.


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