jueves, 12 de noviembre de 2020

LA TRAGEDIA DE MINUSVALORAR LA ENFERMEDAD ALCOHÓLICA


“La solución de la enfermedad alcohólica no se basa en más vigilancia, más persecución y más castigos. La solución tiene otros cauces principales”

Causa asombro comprobar cómo persiste el desenfoque y la confusión a la hora de juzgar y asumir socialmente los problemas que provoca el alcohol. Para intentar que desaparezcan los accidentes graves por el uso del alcohol, la solución principal no es poner más vigilancia en las carreteras, más agentes de vigilancia, etc.

El problema del alcoholismo en general, y más en la juventud, tiene mucho más calado. La medicina, ya desde hace lustros, habla y previene que el alcoholismo en los jóvenes adolescentes provoca serias alteraciones en el sistema nervioso central y ocasiona, a corto y largo plazo, alteraciones psicológicas importantes.

Por ejemplo, el descontrol en la bebida alcohólica provoca:

-Alteraciones importantes en la memoria y en la expresión verbal en los adolescentes.

-Se ha comprobado que existe en los consumidores jóvenes un riesgo en déficit de atención, acentuación de estados de hiperactividad, y desordenes tipo bipolar, que causan desordenes en el desarrollo y madurez cerebral. 

-Está demostrado que el alcohol es la principal causa de muerte en adolescentes. 

-Se multiplican y se agravan las alteraciones en reuniones masivas en donde el protagonista es el alcohol, creándose un ambiente de descontrol y desinhibición cerebral masivo que propicia la enajenación mental multitudinaria. A ese “polvorín de dinamita” sólo le falta una “chispa” para que acontezca la tragedia con llegada urgente de ambulancias.

Urge concienciar a los poderes públicos, a la sociedad y especialmente a los padres, del alcoholismo en la juventud, peligro al que están expuestos los jóvenes de forma demasiado ordinaria. De poco sirve las lamentaciones tras una tragedia, y menos cuando no se quieren resolver las causas principales que la provoca.

Hay, sin duda, especio para la esperanza. La batalla está vencida, aunque ciertamente haya que sufrir algunas derrotas, con tal que:

-se reconozca que el problema es muy urgente, 

-que se adopten programas alternativos de ocio en adolescentes, por ejemplo, en el arte y en el deporte, diseñados con alto nivel profesional,

-prever las causas que incitan a la bebida para actuar sobre ellas, 

-involucrar activamente a la familia y a la sociedad en este cometido, 

-usar en la escuela métodos modernos de aprendizaje en prevención.

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