viernes, 25 de abril de 2025

Eutanasia y suicidio asistido (V)

Un sentimentalismo sin barreras, sobre todo de carga egoísta, tiene el poder de deformar la realidad con una definición adulterada de “muerte digna”.

Cuestión: Dejando a un lado la idea de Paul Ramsey que, en su polémica con León Kass, afirmaba que la muerte es una desgracia, es indigna en sí, ¿cómo se podría describir la "muerte digna"? 

Respuesta del Prof Herranz: “Pienso que morir con dignidad es morir limpio, aseado, atendido, con los síntomas de la enfermedad terminal lo mejor tratados posible; morir con el consuelo de los suyos y de su religión, y un cristiano con atención sacramental. 

De esto último, a mi parecer, se habla demasiado poco. La fuerza de la gracia es fundamental para el paso a la otra Vida. En bioética esto no forma parte de la agenda. Estamos olvidando siglos de sabiduría cristiana, y dejando de lado el sentido sobrenatural del vivir y del morir. La muerte en Dios dignifica y redime la vida, de modo incomparable. 

Morir con dignidad es fundamentalmente morir acompañado, recibiendo afecto y consuelo.” Al servicio del enfermo. Conversaciones con el Dr. Gonzalo Herranz. José María Pardo. Ed EUNSA, 2015, p 127.


viernes, 11 de abril de 2025

Eutanasia y suicidio asistido (IV)

Muerte digna es un término con una significación profunda, y en Medicina no tiene el significado del slogan propio de los activistas de la eutanasia.

Cuestión: Muchas personas entienden el concepto "dignidad del morir" como el terminar con la propia vida en el momento en el que uno quiera, porque se considera que con una calidad de vida pobre no merece la pena seguir viviendo: la vida humana no merece ser vivida si no es en condiciones de plenitud. 

Respuesta del Prof Herranz: “Muerte digna, morir con dignidad, es un eslogan muy hábilmente manejado por los activistas de la eutanasia. Pero también es un concepto ético profundo, una aspiración que no se puede dejar de lado. 

La reclamación de un derecho de cada uno a terminar su vida, a determinar el momento y el modo de la propia muerte, es un eslogan que no tiene sentido; es un eslogan publicitario, vacío. 

Además, la expresión "calidad de vida" (que es un término polisémico), entendida como elemento condicionante del vivir, es una idea irreal y utópica. La vida real transcurre no en la plenitud, sino en la limitación. Saber vivir con limitaciones es la gloria, el destino del hombre. Es la única manera de sobrevivir en las circunstancias reales del hoy y del ahora.” Al servicio del enfermo. Conversaciones con el Dr. Gonzalo Herranz. José María Pardo. Ed EUNSA, 2015, p 126-127.


viernes, 4 de abril de 2025

Eutanasia y suicidio asistido (III)

La atención y seguimiento al moribundo es una grave carencia en el plan de estudios de las Facultades de Medicina.  

Cuestión: Un esquema ya clásico de la actividad médica atribuye al acto asistencial tres vertientes: curar algunas veces, aliviar muchas y consolar siempre. Este aforismo debería ser el lema de todos los agentes de la salud.

Respuesta del Prof Herranz: “Años atrás se afirmaba que las funciones del médico eran curar, aliviar y consolar. Hoy parece que los médicos no tienen tiempo para esta tercera función, y la delegan en los familiares y cuidadores. 

El médico no puede decir "el sufrimiento no es cosa mía, es de la familia, es del sacerdote, es de los voluntarios, es de los médicos paliativos". Por desgracia, los médicos no son preparados en los hospitales universitarios para acompañar en el sufrimiento. Pero siempre he sostenido que el acompañamiento al moribundo es parte del oficio del médico, una importante función deontológica. En el Código de la profesión médica alemana hay un capítulo que lleva el significativo título de Sterbebegleitung, acompañamiento a morir.

Los modos de consolar, las habilidades de comprender y ayudar al paciente son temas que no están en el plan de estudios de la carrera de Medicina. Lamentablemente, no se evalúan en el curriculum profesional de los médicos. Se atribuye mérito a las publicaciones, pero la capacidad de consolar no se mide en ninguna parte, no ayuda a ascender en la carrera. Ese es un punto oscuro en la Medicina de hoy. Es cierto que se ha avanzado mucho en vencer el dolor como síntoma físico (ya no hay dolor post-operatorio agudo, no hay molestias dolorosas ligadas a las intervenciones ambulatorias, se maneja bastante bien la escala de los analgésicos), pero nos falta todavía un avance serio en comprender y tratar el sufrimiento.

Los movimientos pro-eutanasia han abandonado ya el eslogan de la muerte por compasión, que se justifica por el dolor físico intolerable. Ya no agitan esa bandera. Sería muy bueno que no la recuperaran por falta de empeño en mitigar y aliviar el sufrimiento. Los jueces holandeses han establecido la legalidad del sufrimiento existencial, del hastío de vivir. Es un toque de atención para los médicos.” Al servicio del enfermo. Conversaciones con el Dr. Gonzalo Herranz. José María Pardo. Ed EUNSA, 2015, p 125-126.