viernes, 24 de febrero de 2023

El ficticio embrión. Entrevista (y IV)

Son magistralmente claras y ajustadas a la realidad las respuestas del Prof Gonzalo Herranz. No es posible ignorar la realidad cuando se habla del embrión humano, y no es posible ignorar la realidad cuando se habla de las misiones principales de la ética médica: ser garantía de la adecuada relación médico-paciente y de la ineludible conciencia profesional del médico, entre otras. 

El Prof Herranz responde.

Pregunta: ¿Por qué es el zigoto un ser humano?

Respuesta: Lo es porque el zigoto humano, antes que nada, es ya un hijo, en el que unen dos progenies, dos familias humanas. Al reunir los genomas del padre y de la madre, se hace capaz de adquirir y expresar determinados caracteres hereditarios que justo le entroncan biológicamente con un pasado humano, con unas familias, y que determinan en buena medida su futuro, humano también. Además, la fecundación no solo confiere al zigoto una herencia genética, y un dinamismo para que inicie el desarrollo, sino que lo inserta en un ambiente del que recibe estímulos epigenéticos que le obligan a reaccionar, a adaptarse a situaciones nuevas, a desplegar muchas posibilidades. Y, en el embrión humano, todo esto –genoma, dinamismo de desarrollo, estímulos epigenéticos– es siempre específicamente humano.

Pregunta: ¿Hacia dónde cree que debería dirigirse la Bioética ahora?

Respuesta: La temática de la bioética “real” dependerá de los problemas que año a año se vayan presentando. Pienso que el futuro inmediato de la bioética académica será sosegado: hemos vivido, por decirlo de algún modo, una fase tormentosa, casi maníaca; ahora toca un tiempo más calmado. Me imagino que la ética médica tendrá que volver siempre a su núcleo, a los temas centrales, permanentes, y a reelaborar las ideas acerca de la relación médico-paciente, la conciencia profesional del médico (su libertad inalienable y su intransferible responsabilidad moral), la función social de la medicina, y otras cosas así. Entrevista al Prof Gonzalo Herranz, en Aceprensa, 11 noviembre 2013.

viernes, 17 de febrero de 2023

El ficticio embrión. Entrevista (III)

En Medicina es obligación ética actuar con formación actualizada, sin dejarse llevar por criterios provenientes de la superficialidad o por de una formación acrítica que da por bueno lo escasamente fundamentado o muy interesado, causantes de conductas mortíferas: concepto de preembrión, vana dispensación de la píldora abortiva, etc.

El Prof Gonzalo Herranz lo fundamenta de forma diáfana:

Pregunta: Habla de una necesaria reformulación de la Bioética. ¿Qué espera que su libro (“El embrión ficticio. Historia crítica de un mito biológico”, 2013, Ed Palabra) aporte en esta dirección? 

Respuesta: La bioética ha sido muy poco crítica con la ciencia de la que se ha servido. Me gustaría que mi libro indujera a muchos a tomar mucho más en serio la Biología de la Bioética.

Pregunta: La interdisciplinariedad se suele entender como fortaleza en el estudio de los problemas. ¿Por qué usted la señala como debilidad de la bioética?

Respuesta: Me parece que la interdisciplinariedad no ha funcionado a su nivel más profundo: en la validación sincera de los datos intercambiados entre las distintas disciplinas. Ha habido mucha tolerancia, por no decir blandura, para ideas y datos que apoyaban los prejuicios cientificistas y las ideologías de política social. Creo que será muy interesante estudiar las actas de los grandes comités nacionales de bioética, para medir el nivel de connivencia que se dio entre sus miembros y, especialmente, la falta de oposición interna, de pluralidad de visiones: muchos de esos comités eran, y siguen siendo, ideológicamente “monocolor”.

Pregunta: ¿Qué le diría a una mujer que aborta, a un científico que investiga con embriones humanos o a una pareja que va a recurrir a la fecundación in vitro?

Respuesta: Hay que hablarles con mucha comprensión y paciencia, porque esas personas están en situaciones muy poco propicias al debate sereno. Su conciencia subjetiva está ya fraguada. Se han autoconvencido de que están haciendo algo muy bueno y que mucha gente buena piensa así. Es muy difícil devolverles a la realidad, invitarles a que formen su conciencia rectamente, a que revisen los argumentos con que justifican sus acciones. Para aceptar que esos argumentos son falaces se necesita una gran apertura de mente, algo de estudio, y mucha generosidad moral. Entrevista al Prof Gonzalo Herranz, en Aceprensa, 11 noviembre 2013.

viernes, 10 de febrero de 2023

El ficticio embrión. Entrevista (II)

Hoy en día no se puede pensar con rigor que la ciencia médica esté exenta de manipulación, sea objetiva e imparcial. La historia abunda con en ejemplos, algunos muy recientes. Uno de ellos es la elaboración ficticia del concepto de pre-embrión, que perdura con su fraudulenta exposición hasta la actualidad.

El Prof Gonzalo Herranz no puede ser más explícito.   

Pregunta: Parece, según señala en su libro (“El embrión ficticio. Historia crítica de un mito biológico”, 2013, Ed Palabra), que la responsabilidad de que se hayan asentado argumentos que no garantizan un estatuto ético al embrión es también de los propios científicos.

Respuesta: Sí. Hay que olvidarse de la idea de la ciencia como algo puro, objetivo, imparcial. La ciencia de hoy, con su enorme poder y autoridad, es una empresa humana, hecha por personas muy inteligentes, pero muy ambiciosas y, en muchos casos, imbuidas de ideologías sociopolíticas muy definidas. La minusvaloración del embrión humano empezó con los científicos que programaron la contracepción moderna. Sabían que la contracepción causa de modo inevitable la pérdida de embriones humanos: para que pudiese ser aceptada por la sociedad era necesario decir que los embriones perdidos en la contracepción no eran propiamente seres humanos. Ahí empezó todo: los científicos crearon una imagen empobrecida del embrión y se la dieron a los filósofos y teólogos; y estos la aceptaron encantados, pues, de ese modo, la contracepción quedaba libre de la sospecha de destruir embriones.

Pregunta: Una de las tesis que señala en el libro es que la Bioética ha sido blanda porque se apoyaba en una Biología blanda también. ¿Acaso la ciencia no es siempre sólida y verdadera?

Respuesta: Creo que en el libro demuestro lo débil, parcial y acomodaticia que ha sido la embriología de que se han servido los comités, los parlamentos y los académicos para montar la bioética de la contracepción y de la fecundación in vitro. La ciencia aspira a ser sólida y verdadera o, al menos, basada en pruebas. Eso es el ideal al que siempre se ha de aspirar. Pero la ciencia de andar por casa se presta a amaños: a escoger lo que más conviene para conseguir un fin determinado. En bioética, los científicos actuaron como oráculos; y los no-científicos creyeron a ciegas en lo que aquellos les decían. Entrevista al Prof Gonzalo Herranz, en Aceprensa, 11 noviembre 2013.

viernes, 3 de febrero de 2023

El ficticio embrión. Entrevista (I)

Parece interesante publicar una entrevista realizada al profesor Gonzalo Herranz, al poco tiempo de la publicación de su libro “El embrión ficticio. Historia crítica de un mito biológico”, 2013, (Ed Palabra), en versión española y en inglés. 

En dicho libro aborda como la falsedad de un “dogma” científico ha podido extender su falsedad a nivel internacional carente de las mínimas condiciones de fiabilidad y rigor científico, al dar por hecho que la concepción humana sólo empieza hasta que ocurre la implantación del embrión en el útero. Basta leer el libro mencionado para convencerse que dicha falacia carece del mínimo rigor científico.

Pregunta: En la introducción de “El embrión ficticio” dice usted que lo que le llevó a escribir este libro fueron las pequeñas sospechas que se fueron acumulando durante años. Pero ¿qué fue lo que le llevó a ponerse manos a la obra?

Respuesta: Cuando uno se incorpora a la ciencia, es llevado por la corriente. Uno empieza siendo un aprendiz pasivo. Pero si no se adormece, empieza a ver problemas. Y los problemas piden soluciones. Con respecto a la bioética del embrión, yo fui acumulando sospechas, anotando incongruencias, hasta que un día me dije: esto hay que revisarlo a fondo. Eso en lo estrictamente científico. Tenía, además, el convencimiento de que no puede haber contradicción entre ciencia verdadera y fe verdadera. Las dos cosas, crítica de la ciencia y convencimiento de la fe, fueron dos fuerzas sinérgicas, que me ayudaron a perseverar años en busca de datos y pruebas. La embriología de que se han servido los comités y los parlamentos para hacer leyes ha sido parcial y acomodaticia” Entrevista al Prof Gonzalo Herranz, en Aceprensa, 11 noviembre 2013.

Gonzalo Herranz (1921-2021) Catedrático de Anatomía Patológica. Miembro del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO. Miembro del Grupo de Trabajo que redactó los principios de Ética Médica Europea. Experto en Ética Médica ante el Parlamento Europeo. Miembro de la Academia Pontificia para la Vida.